Sin embargo, para dotar a Suárez de modernidad y agilidad no podíamos repetir la misma fórmula. Antes, debíamos entender las dinámicas extremadamente particulares del sector de la alta joyería. Nuestro objetivo fue desde el principio crear y liderar un territorio propio. Tras un extenso análisis sociológico y un muy ambicioso proyecto de investigación de cliente, fuimos capaces de extraer las claves para formular una visión moderna y contemporánea de cómo debía ser una nueva cultura de la joyería en el siglo XXI, de referencia internacional pero con sólidas raíces locales.
Trabajamos sobre el legado de la marca, poniendo en valor su historia, su saber hacer, su conocimiento de las materias primas y la pasión familiar compartida por la joyería como arte. Para ello, trabajamos mano a mano con los miembros de la familia Suárez, conviviendo, compartiendo su entorno, desarrollando y elaborando un proceso muy cercano de escucha de las dos generaciones presentes en la gestión de la empresa.