En Nadie nos apasiona trabajar con empresas familiares porque en ellas encontramos todos los retos emocionantes del branding, pero también un elemento muy poco común en el sector: el compromiso personal y absoluto con una labor artesanal, que se remonta en el tiempo y que va mucho más allá de lo comercial, porque no es solo negocio, sino también tradición y legado. ¿Cómo no poner en valor la trayectoria de una marca cuando es parte de tu propia historia?
¿Cómo no desarrollar una sólida estrategia de futuro cuando es la memoria de quienes de precedieron? En este íntimo compromiso del equipo gestor entre negocio e identidad familiar encontramos una fuente inspiración constante.
En este tipo de empresas aprendemos una forma viva, diferente, de entender la cultura de marca y al mismo tiempo la convertimos en la pieza clave para proyectar su futuro.
La colaboración entre Cafés La Mexicana y Nadie viene de lejos. El reto inicial de la compañía era actualizar una marca con más de 130 años de historia y situarla en el panorama contemporáneo del café. Para ello trabajamos mano a mano con la tercera generación de la familia, diseñando para ellos una visión estratégica que guiara la evolución de su marca de cara al futuro. ¿Qué lugar debería ocupar? ¿Cuáles deberían ser sus coordenadas? En primer lugar, capitalizamos su larga trayectoria identificando en ella elementos que hoy tienen un gran valor: tradición, autenticidad, artesanía, origen…