El proyecto de naming design tuvo toda la riqueza, la pasión y la recompensa constante de un camino compartido con un equipo con un bagaje cultural tan deslumbrante. Buscábamos identidad en su sentido más profundo, más esencial. Escala global y arraigo local; profundidad conceptual e interrogación inicial; atractivo y capacidad de permanencia… La lista de necesidades, los requerimientos que entre todos construimos, creció a lo largo del proceso, convirtiéndolo en más rico a cada paso que dábamos.
El resultado, “alttra”, es un nombre que habla de alteridad, de diferencia, de voluntad de apertura y abstracción, de un camino que pretende describirse a sí mismo, huyendo de referentes directos y modelos ajenos. Integrando idiomas, fonías y territorios diversos sin encerrarse o excluir. Un naming que define un proyecto que aspira a ser “otro”, a no mirarse en espejo alguno, a salir de lo definido, de los marcos y espacios establecidos, como puede verse en los primeros artistas y proyectos en los que la institución está trabajando ya. Apoyándose en una palabra con raíces claras y profundas pero a la vez re-construida para incorporar sus propias diferencias, como la simetría entre sus dos TT centrales.